¡Para ir al médico no es necesario estar enfermo! Si bien las enfermedades cardiovasculares representan la principal causa de muerte y discapacidad en todo el mundo, es importante que sepas que la mayoría de ellas pueden prevenirse con hábitos saludables y control de los factores de riesgo asociados (hipertensión arterial, diabetes, colesterol alto, sobrepeso y obesidad, tabaquismo, sedentarismo, mala alimentación, estrés). Es por esto que en la consulta realizaremos un abordaje integral de la salud cardiovascular, considerando todos los aspectos relacionados, haciendo fundamental hincapié en pautas de alimentación, actividad física, sueño, vinculación con el medio y manejo del estrés.

Existen múltiples afecciones cardíacas, las cuales tendrán diferente tratamiento y pronóstico a corto y largo plazo. Para arribar a un diagnóstico correcto y brindarte la mejor estrategia terapéutica, realizaremos una evaluación clínica completa considerando tus antecedentes personales y familiares, un examen físico completo y el resultado de los estudios complementarios correspondientes.

La actividad física está recomendada en toda la población por sus beneficios en la salud. Es fundamental realizar un control cardiológico periódico para que pueda llevarse a cabo en forma segura, evitando complicaciones cardiovasculares. Esta evaluación consta de un interrogatorio, examen físico y electrocardiograma. Ante la presencia de antecedentes clínicos de relevancia, síntomas y considerando el tipo de práctica a realizar, se solicitarán otros estudios complementarios de mayor complejidad (ecodoppler cardíaco, ergometría, ecoestrés, etc).

Consiste en una evaluación clínica completa previo a la realización de un procedimiento invasivo o cirugía, con el fin de evitar complicaciones cardiovasculares durante y posterior a los mismos.

Es uno de los estudios complementarios básicos que hacemos en la práctica habitual. Nos brinda información sobre la actividad eléctrica del corazón, con la que podemos sospechar diferentes afecciones cardíacas (arritmias, miocardiopatías, infarto de miocardio, etc). Se realiza en el consultorio, lleva tan solo unos pocos minutos y no causa dolor.

Es un método muy utilizado en la práctica diaria. Mediante la emisión de ultrasonidos podemos evaluar la estructura y función cardíaca. Determinamos el grosor y movilidad de sus paredes, la morfología de sus válvulas. También nos permite estudiar la primera porción de las grandes arterias (Aorta y pulmonar) y venas (cava, pulmonares) y el pericardio (la capa que recubre al corazón). Además, con la utilización de la técnica Doppler evaluamos el flujo de sangre dentro de la cavidad lo que nos permite saber el funcionamiento de las válvulas cardíacas, entre otras utilidades.

Mediante esta técnica estudiamos el estado y funcionamiento de las venas y arterias del cuerpo (por ejemplo, las arterias carótidas en el cuello, o las arterias y venas de piernas y brazos). Al igual que el ecocardiograma, utiliza el ultrasonido para evaluar las paredes de los vasos sanguíneos y la técnica Doppler para el análisis del flujo de sangre en ese territorio. Lo solicitamos cuando queremos saber si hay depósito de colesterol en las arterias (ateroesclerosis), cuando sospechamos una estenosis (estrechamiento de la luz) u oclusión vascular, entre otras utilidades.

Es un estudio que evalúa el funcionamiento del corazón ante una situación de estrés como puede ser el esfuerzo físico o luego de la administración de drogas que estimulan al corazón.

Su principal utilidad es determinar el estado de las arterias coronarias, pero también nos aporta información valiosa en el estudio de valvulopatías, miocardiopatías, entre otras. Una de sus principales ventajas es que no utiliza radiación ni contraste.