El ronquido es un sonido que se produce cuando el aire pasa por la faringe (estructura muscular de la garganta) que por las noches se relaja, disminuye su calibre y como consecuencia de ello se genera una vibración.
Es el síntoma principal del Síndrome de Apnea Obstructiva del Sueño (SAOS). Esta enfermedad se caracteriza por presentar pausas respiratorias mayores a 10 segundos (apneas), con caída de la saturación de oxígeno en sangre, secundario al colapso total o parcial de la faringe.
El SAOS afecta principalmente a hombres de edad media y mujeres postmenopáusicas (3-7,5% de la población) pero puede también presentarse en niños.
¿Qué factores predisponen al SAOS?
-Sobrepeso y obesidad
-Enfermedad tiroidea
-Consumo de tabaco y alcohol
-Utilización de drogas miorrelajantes
-Alteraciones craneofaciales y del cuello (amígdalas grandes, lengua grande, desviación del tabique, etc.)
¿Qué otros síntomas pueden haber en este síndrome además del ronquido?
Las personas que padecen SAOS presentan por la noche micro despertares (despertares inconscientes), que tienen como objetivo recuperar el tono muscular de la faringe, abrir la vía aérea y permitir el pasaje de aire. El sueño entrecortado tiene como consecuencia un descanso de mala calidad, lo que afecta el rendimiento físico e intelectual del individuo. Es frecuente que los pacientes refieran durante el día sentirse cansados, somnolientos, irritables, de mal humor, con falta de atención, dolor de cabeza, entre otros síntomas.
Por otro lado, la hiperactivación del sistema nervioso simpático durante los micro despertares pueden llevar al desarrollo de hipertensión arterial nocturna y arritmias (fibrilación auricular, arritmias ventriculares), lo que aumenta el riesgo de tener un infarto cardíaco y un accidente cerebrovascular.
Sin lugar a dudas el SAOS tiene consecuencias negativas en la salud. Empeora la calidad de vida, aumenta al riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, diabetes (por resistencia a la insulina) y trastornos neurocognitivos (que también incrementan el riesgo de accidentes de tránsito, domésticos y laborales).
¿Cómo hacemos el diagnóstico?
Los métodos de elección son la polisomnografía nocturna y la poligrafía respiratoria. En estos estudios se analiza el comportamiento de distintos parámetros durante el sueño (movimientos respiratorios, ritmo cardíaco, saturación de oxígeno, etc).
¿Cuál es el tratamiento para el SAOS?
En primer lugar, debemos corregir las causas predisponentes (descenso de peso si hay sobrepeso/obesidad, evitar miorrelajantes, corrección quirúrgica ante alguna malformación craneofacial o de cuello etc.). En casos severos, se utilizan dispositivos electrónicos como el CPAP que tienen como objetivo generar presión positiva en la vía aérea para evitar el colapso de la misma.
¡Ya sabés! Si roncas o tenés algún síntoma que sugiera un mal descanso no dudes en consultar con tu médico de cabecera.