Invierno y enfermedades cardiovasculares

¿Puede nuestro corazón correr riesgo durante los meses de frío?

Sí. En esta época del año se incrementan los casos de infarto de miocardio, las internaciones por insuficiencia cardíaca descompensada, como también pueden aparecer o aumentar la frecuencia de síntomas como angina de pecho en pacientes que tienen cardiopatía coronaria crónica.

Esto se debe a múltiples factores:

– Las bajas temperaturas generan cambios hemodinámicos como aumento de la frecuencia cardiaca y la presión arterial, lo que resulta en una mayor demanda cardiaca de oxígeno.
– Las arterias tienden a estar más contraídas (vasoconstricción) pudiendo desencadenar una oclusión parcial o total de las mismas (a eso lo llamamos vasoespasmo).
– La sangre sufre modificaciones en su composición volviéndose “más espesa“ favoreciendo la trombosis (oclusión de un vaso por un coágulo).
– El mayor número de afecciones respiratorias asociadas a virus estacionales favorecen la descompensación de cardiopatías.
– El movernos menos y alimentarnos peor durante los días de frío (comidas hipercalóricas, rica en grasas) puede llevar a un regular control de los factores de riesgo cardiovascular (sobrepeso, hipertensión,
colesterol alto, diabetes).

Algunos consejos para cuidar tu salud cardiovascular en invierno:

– Evita exponerte a muy bajas temperaturas. Abrígate bien cubriendo fundamentalmente la cabeza, ya que es por dónde se pierde más temperatura.

– Realiza actividad física en forma regular (hazlo en los horarios de mayor temperatura).

– ¡Aliméntate bien! Aprovecha las frutas y verduras de estación.

– Completa tu esquema de vacunación para COVID, gripe y neumonía. Recuerda que la vacunación es una herramienta fundamental para evitar complicaciones ante infecciones respiratorias.

Si presentas síntomas como dolor de pecho, falta de aire, transpiración inexplicable, náuseas o vómitos, activa el sistema de emergencia.